Propuestas en tinta borrable igual que prometer cruzando los dedos

Verdades de mentira

<a href="https://polisecuador.org/author/shebadom12/" target="_self">Sebastián Domínguez Alvarado</a>

Sebastián Domínguez Alvarado

Sebastián tiene 20 años; es estudiante de Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, apasionado por la política, el Derecho Internacional Público y Derechos Humanos.

Actualizada:

Oct 22, 2025

Todos los días vemos, escuchamos y sentimos las verdades que conforman al mundo, aunque lo mismo podríamos decir de las mentiras. Cuando mamá dice que no tiene hambre y te da su plato de comida “porque tú lo necesitas más”; cuando dices que no te dolió pero una lágrima yace en el borde de tu mejilla; cuando te dicen que la navidad es más que los regalos, pero no hay para pagar regalos; cuando te ves bonita con burlas de fondo; y también, cuando te dicen que las promesas (en política) se cumplen.

Puede resultar repetitivo y cansino hablar de la cotidianidad con la cual percibimos las mentiras; sin embargo, esto no puede ser nuestro diario vivir si aspiramos a cambiar. Tal vez un niño sí necesita más el plato de comida, pero no quita que entonces alguien más pasará hambre por ello; puede que las festividades no se centren en regalos materiales sino en sentimientos, pero que falta hace la felicidad cuando hasta los abrazos cuestan. ¿Por qué mentimos?

Naturalmente pensamos que existen mentiras permisibles, esas mentiras piadosas o mentiritas blancas, recuérdese: “no me dolió” o “que linda te ves”. Aunque si extrapolamos estas frases a la realidad social y política nos encontramos con que la culpa es de fulano o con que todo lo que se hace es por el pueblo. No señor, si la gente muere día tras día no es culpa de quien se esconde en un ático al otro lado del charco; no señor, no todo lo que hacen quienes ostentan poder tiene por objeto “ayudar al pueblo”.

Pero dejémonos de preámbulo y pasemos a analizar las mentiras que escuchamos a diario por casi dos años sin parar y detengámonos a pensar cuánta verdad o mentira encontramos en cada “promesa”.

Le devolveremos la seguridad a la gente

Habría que pensar en qué gente se referían cuando prometieron esto porque a los más de 5000 ecuatorianos asesinados en los primeros 7 meses del año 2025 claramente no los alcanzó la promesa. ¿Cuánta seguridad tiene un Estado, cuando a diario tenemos crímenes que cobran vidas?

Podríamos hablar de actualidad y considerar la falta de seguridad que perciben quienes protestan contra el gobierno; porque es fácil lanzar declaraciones como “dejen trabajar” o “eso les pasa por revoltosos”, pero no consideramos que quienes salen a las calles mayoritariamente son agricultores, ganaderos o peones mal pagados que se ven obligados a salir para mantener a su familia y a si mismos; mientras que los “agentes del Estado” son hombres y mujeres entrenados e instruidos para precautelar la seguridad, no para descargar sus problemas de ira en quienes juraron proteger.

No es seguro un Estado en el cual sus agentes usan más fuerza con quien exige un cambio y una mejora que con quienes aprovechan la decadencia de la población para sus actividades delictivas. Con esto queda claro que no solo seguimos sin seguridad frente a la delincuencia, sino que ahora tampoco estamos seguros frente a nuestros “protectores”

Aumentaremos las oportunidades laborales

Es fácil contratar gente “nueva” para el Estado, sobre todo cuando botas a más de 5000 personas, ¿por qué sucede esto? – Fácil. – Porque existen “cuotas” que se deben pagar a quienes “trabajan” durante la campaña, aunque podríamos analizar que la supresión de partidas junto con la disminución de ministerios y secretarías resultaba necesaria para disminuir el gasto público y recortar la desdichada “burocracia inútil”.

Pero si contratamos “gente nueva” entonces aumentaron las oportunidades laborales o solo nos deshicimos de los “prescindibles” para traer nuevos desechables que vistan los colores del partido, si promulgamos normas que beneficien a la empresa privada estamos promoviendo que se contrate más personal o permitiendo que los morosos de impuestos “desvanezcan” sus deudas millonarias. Entonces, ¿aumentaron las oportunidades laborales o no?

Mentiras y más mentiras

Se aseguró que la salud no estaba en emergencia, mientras decenas de niños morían, un sistema de salud que destaca por sus carencias: los chistes recurrentes de la falta de turnos, familias que deben comprar medicinas básicas para quien tienen internado, cánulas reutilizadas, entre otras. Ni la salud ha mejorado ni al gobierno le ha importado, pero es válido mostrar como el ministro de salud reclama que las cajas en bodega vean desaprovechado su contenido, porque unos likes lo valen.

Se promete día tras día que la inversión privada llegará, que la libertad de prensa y la libertad de expresión serán respetadas, que se trabaja con transparencia y en favor del pueblo. Nos acercamos a los dos años de este período presidencial y yo me pregunto desde la campaña – ¿A qué pueblo se refieren? – Porque los negocios cerrados por bloqueos no han notado inversión alguna, la prensa sufre ahogada por el gas lacrimógeno, la expresión solo es validada por trolls o likes mas no por análisis críticos o cuestionamientos fundamentados.

También hablamos de conflicto armado sin tener un enemigo identificado y que cumpla las características, se busca controlar a las fundaciones que “lavan” dinero pero modifican regulaciones mineras y llaman al diálogo sin escuchar a quienes protestan.

En fin, propuestas escritas en tinta borrable dan lo mismo que prometer cruzando los dedos, pero mientras votemos mintiéndole a nuestra conciencia que es un “voto útil”, entonces no cambiará nada, pues cómo buscaremos verdad si nos mentimos a nosotros mismos.

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